Clínicas abortistas de EE.UU. comercializan las vidas que abortan vendiendo sus restos a los laboratorios
Juan Francisco Jiménez Jacinto
Un millón ochocientas setenta mil transacciones de restos de fetos podían tener lugar cada año en Estados Unidos, según afirma una científica experta en fisiología. La industria del aborto extiende su negocio
Un páncreas que proviene de un feto de más de ocho semanas cuesta 100 dólares, 75 dólares si el feto tenía menos de 8 semanas. Las orejas y los ojos pueden ir de 50 a 75 euros y el cerebro es lo más caro, 999 dólares si proviene de un feto de menos de 8 semanas, pero si está visiblemente dañado tiene un descuento del 30%.
El pulmón y el corazón, en bloque vale 150 dólares y un cadáver embrionario intacto de menos de 8 semanas cuesta 400 dólares, 600 si es mayor. La sangre del cordón umbilical sale a 125 dólares, la columna vertebral a 150 dólares y la médula espinal cotiza a 325 dólares. ¡Ah!, si compra extremidades, está obligado a adquirir el par como mínimo.
Aunque este lenguaje pueda parecer muy duro, no se trata del listado de precios de una tienda de despojos del mercado de la esquina. No se llamen a engaño, es el precio que pagan centros de investigación biotecnológica a las clínicas abortistas de Estados Unidos y Canadá para investigar con los restos de los niños abortados.