jueves, 14 de octubre de 2010

Insólito: Dijo Aído: no es seguro que el ser humano sea humano

Insólito: Dijo Aído: no es seguro que el ser humano sea humano


Madrid (España), 13 Oct. 10 (AICA).- En una afirmación calificada de agresión a la inteligencia y al sentido común, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, “razonó” que el concepto de ser humano es opinable y que, por lo tanto, se puede abortar.

Lo dijo hace más de un año en unas declaraciones radiofónicas que, para algunos, fueron una especie de desliz de indocumentada más que una agresión a la inteligencia y al sentido común.

Pero no: la señora Bibiana Aido, ministra de Igualdad, lo reafirmó ahora por escrito y en un documento parlamentario: que un feto humano es un ser vivo, pero no un ser humano. Y lo asegura con esta asombrosa lección de ética social-zapateril: "El Gobierno no puede compartir la afirmación de que la interrupción del embarazo sea la eliminación de la vida de un ser humano porque sobre el concepto de ser humano no existe una opinión unánime, ni una evidencia científica".

Con esta peregrina teoría, el Gobierno socialista español llegó a la convicción de que el aborto se podía convertir en un derecho de la mujer, al menos hasta la semana 14 de embarazo. Así fue posible la Ley del Aborto.

De esta manera, la ministra de Igualdad, Bibiana Aído, respondió a dos preguntas concretas formuladas por el diputado Carlos Salvador, sobre la opinión del Gobierno acerca del aborto. Una de las preguntas, formuladas por el diputado navarro con la oportuna habilidad parlamentaria, escudándose en la violencia de género, era la siguiente: "¿Considera que el hecho de abortar constituye un evidente acto de maltrato contra la vida humana?, ¿considera la ministra que existe una escala de dignidad atribuible a los seres humanos en función de la fase de desarrollo vital en que estos se encuentren?".

A estas preguntas del diputado Salvador, la ministra hizo referencia al aval del Consejo de Estado a la nueva ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo que, a su vez, responde a las premisas que le planteó el Gobierno, apoyadas en el dictamen de sus asesores, todos ellos proabortistas.

Pero en el colmo del cinismo, la ministra de Igualdad no dudó en argumentar en su escrito parlamentario que “el Estado debe proteger la vida del no nacido y ello debe hacerse desde el inicio de la gestación y hasta el momento del nacimiento”. Justo lo que dice la Constitución.

Pero como aquí no se trataba de cumplir el mandato de la Constitución sino de justificar el aborto libre, la señora Aído explicó que “abortar no supone acabar con una vida humana porque sobre el concepto de ser humano no existe una opinión unánime, una evidencia científica, ya que por vida humana nos referimos a un concepto complejo basado en ideas o creencias filosóficas, morales, sociales y, en definitiva, sometida a opiniones o preferencias personales”.

Desconoce que cerca de 3.000 intelectuales, catedráticos, profesores universitarios y profesionales médicos y sanitarios, muchos de ellos especialistas en Biología Celular, Genética, Bioética o Microbiología, como los profesores César Nombela, Nicolás Jouvé o Mónica López Barahona rubricaron en marzo de 2009, el conocido Manifiesto de Madrid, considerado como “una referencia insoslayable de la opinión científica española sobre el aborto”. En su informe, los firmantes dejaron claro que “la vida humana empieza en el momento de la gestación” y que, por lo tanto, un feto es un ser humano con todo el derecho a ser protegido.

Como esta evidencia científica venía a derribar las teorías de los “expertos” asesores de la ministra, ésta se limitó a ignorarla y ni siquiera se molestó en matizar su opinión personal de que “un feto de 13 semanas es un ser vivo, pero no es un ser humano”. Por supuesto, tampoco tuvo en cuenta el dictamen del Consejo Fiscal, contrario al aborto libre ni tampoco los empates que se produjeron en el seno del Consejo General del Poder Judicial y que, al menos, pudo haber considerado también como "opiniones". Mucho menos aún escuchó siquiera las razones que le alegaron las organizaciones defensoras de la vida que llevaron a la calle a cientos de miles de personas con una "opinión" opuesta a la sostenida por el Gobierno, como tampoco atendió las razones del Partido Popular que, cuando menos, representa al 40 por ciento de la Cámara.

Sin embargo, el departamento de Aído necesitó casi seis meses para contestar al diputado Carlos Salvador que registró sus preguntas el pasado 15 de abril, es decir, tres meses antes de que entrara en vigor la nefanda ley, basada tan solo en la "opinión" más desfavorable a la vida y en nombre de la cual no llegarán a ver la luz cientos de miles de niños. Su vida por una opinión, la de Bibiana Aído.



1 comentario:

  1. El problema de esta mujer como todo neo- marxista es la falta de búsqueda de la verdad y en este caso la falta de honestidad intelectual Se puede decir o hacer cualquier disparate si ello es conducente a la manipulación del ser humano de tal forma que este pueda ser sacrificado al Ídolo de la ideología

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