Denuncian las consecuencias educativas del pretenso “matrimonio gay”
Buenos Aires, 30 Jun. 10 (AICA).- El Servicio a la Vida, del movimiento universitario Fundar, denunció en un estudio documentado de la licenciada María Inés Franck las graves consecuencias educativas que posee el proyecto de ley de pretenso matrimonio entre personas del mismo sexo que está en tratamiento en el Congreso de la Nación.
El estudio analiza los nuevos Cuadernos de Educación Sexual Integral (ESI), presentados por el Ministerio de Educación de la Nación Argentina el 14 de mayo de 2010 y procura determinar cómo los contenidos ya presentes en los Cuadernos ESI incorporan una cosmovisión antropológica que altera la noción de matrimonio entre varón y mujer.
Además, advierte que, de aprobarse la ley, resultará mucho más difícil enseñar a los niños qué es un matrimonio y que esta institución fundamental de la vida social consiste en la unión de un varón con una mujer.
El punto central de la crítica es la idea de la sexualidad como una “construcción”. Dicen los Cuadernos ESI: “La construcción de la sexualidad se inicia con el nacimiento y se desarrolla durante toda la vida; en cada momento, tiene sus características y formas de expresión propias”.
En esta línea, Franck llama la atención sobre un ejemplo ya publicado en el libro correspondiente al nivel inicial (de 45 días a 5 años). Allí se sugiere “proporcionar a los chicos y las chicas muñecos para que les den de comer, los bañen, les cambien los pañales, etc. El docente puede cumplir un rol de observador, para poder registrar qué piensan los niños y las niñas, qué roles desempeñan en el cuidado de los bebés y en el trabajo de las familias. En otras palabras, observar si, en el juego, los niños y las niñas reproducen los estereotipos tradicionales (por ejemplo: que los varones van al trabajo y las chicas cuidan a los bebés). En este caso, sería deseable que el o la docente pudiera intervenir y problematizar la situación de juego”.
En otra parte del mismo libro para nivel inicial, se sugiere una actividad titulada “¡A ordenar los juguetes!”, en la que, “en caso de que un niño o una niña quiera clasificar los juguetes siguiendo la lógica de la división por género (juguetes para varón, juguetes para mujer), podemos intervenir solicitándole una justificación para conocer qué ideas sustentan esa decisión ¿Por qué te parece que esos juguetes son para varones?. ¿Puede usarlos una nena?. Registramos las respuestas en un afiche y lo dejamos expuesto para volver sobre él en otra oportunidad”. Y una página más adelante se explicita que “la intención de estas actividades es cuestionar los papeles estereotipados tradicionalmente asignados a varones y mujeres a través de los juegos y juguetes, en pos de generar la igualdad de oportunidades para los niños y las niñas en su uso”.
La especialista señala que “todo parecería indicar que el próximo paso luego de la aprobación legal de estas uniones consiste en trasladar la presión hacia la educación, con la pretensión de transformar este ámbito en el lugar desde donde instalar un cambio cultural a partir de la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo”.
Si se modifica el matrimonio tal como está regulado por el Código Civil, con la pretensión de incluir a las uniones de personas del mismo sexo, a pesar de que tal ley sería inconstitucional, se tendrá luego la aspiración de incluir este tema en los contenidos curriculares de las escuelas. Ello podría acarrear un grave daño para la formación de todos los niños, además de un serio menoscabo al derecho de los padres a educar a sus hijos. Estos temores resultan plenamente fundados a la luz de la visión antropológica que subyace en los Cuadernos ESI ya publicados, como se ha ejemplificado.
Esta situación se dio ya en aquellos lugares donde el pretenso matrimonio homosexual fue aprobado por la legislación: es, por ejemplo, el caso ocurrido en Boston luego de la legalización del pretendido matrimonio homosexual: el reclamo judicial de un matrimonio de su derecho a ser informado cuando la escuela diera clases de educación sexual a su hijo de cinco años, máxime si se le enseñaba como moralmente buenas las relaciones homosexuales, fue perdido.
La respuesta judicial fue contundente: la escuela no tiene obligación de avisar a los padres y cualquier adulto podía hablarle de homosexualidad. Tony Perkins, presidente de la Family Research Council, afirmó en esa ocasión que “los hechos demuestran que todo cambia cuando el matrimonio homosexual se hace legal”, ya que “si se legaliza entonces debe ser enseñado como normal, aceptable y moral en cada escuela pública”.
Al informe completo se puede acceder en la la web:
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No deje de ver el siguiente video sobre las consecuencias de reconocer jurídicamente la unión entre personas del mismo sexo en relación a la educación sexual que imparten los establecimientos educativos:
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